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Economía

Conesa considera «un reto» decidir si Melilla se adhiere a la Unión Aduanera

El doctor Pérez Castro afirma que si Melilla aplicara aranceles europeos subirían un 8 por ciento los precios de las mercancías no comunitarias

Ventura García |

Domingo, 10 de febrero 2008, 11:18

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El portavoz del Ejecutivo autonómico y consejero de Economía, Empleo y Turismo, el popular Daniel Conesa, reconoce que decidir la incorporación de Melilla a la Unión Aduanera Europea es un «reto fundamental» tan importante que debe afrontarse con «la máxima tranquilidad» por parte de los agentes sociales, los empresarios, los partidos y las administraciones.

Según el trabajo de investigación sobre el régimen económico y fiscal de Melilla realizado por el doctor Miguel Ángel Pérez Castro, el 20 por ciento de la mercancía que importa la ciudad procede de regiones que no forman parte de la Unión Europea (UE). Si se aplicaran aranceles comunitarios, añade el estudio, los precios de esos productos se incrementarían hasta un ocho por ciento.

El hecho de que Melilla no se haya adherido aún a la Unión Aduanera Europea hace que no sean de aplicación ni la Tarifa Exterior Común, ni el régimen comercial comunitario, ni el Acuerdo Euromediterráneo de Asociación entre la UE y Marruecos. Tomar la decisión de integrarse, sin embargo, requeriría una serie de adaptaciones que pasan por mantener en vigor el impuesto indirecto local sobre el consumo, fomentar las ayudas mediante subvenciones en materia de transportes más importantes que las actuales o determinar cuotas de exportación e importación que estén libre de aranceles.

En una presunta adhesión de Melilla a la Unión Aduanera, la ciudad se encontraría con un recinto arancelario «en el que las diferencias en los niveles de protección no son los de otros tiempos, y que los efectos sobre los precios a la importación como consecuencia de la nueva protección iba a ser poco apreciable. La posibilidad de introducir en una posible negociación para la integración contingentes libres de aranceles para importaciones de terceros países, y periodos transitorios de larga duración, «podría amortiguar aún más los efectos de una posible incorporación de Melilla al cordón aduanero común».

De cualquier forma, y aunque deberá ser la Ciudad Autónoma la que decida su inclusión en la Unión Aduanera, será el Gobierno de la Nación el que plantee la propuesta a la UE para su definitiva aprobación.

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