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SUSTO. Enriqueta Santiago muestra los barrotes de su balcón, a los que fue esposado el fugitivo.
El Spiderman de La Palma
MÁLAGA

El Spiderman de La Palma

Recorrió varias veces la fachada exterior del edificio trepando de un piso a otro. La policía detiene a un hombre de unos 40 años que protagonizó una espectacular huida escalando por un bloque de 13 plantas

TEXTO: JUAN CANO

Viernes, 8 de febrero 2008, 09:49

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NO llevaba arnés ni cuerda ni ropa deportiva. Ni siquiera zapatillas de escalada. Pero eso no le impidió protagonizar una espectacular huida... por la fachada de un edificio. Un hombre de unos 40 años, vecino de La Palma, trepó por las 13 plantas de un bloque de pisos para escapar de la policía. Acabó esposado a la barandilla de un balcón del quinto piso.

La audacia de este peculiar escalador, que roza la temeridad, corría ayer de boca en boca entre los vecinos de La Palma, donde ocurrieron los hechos. Algunos ya lo han bautizado como el Spiderman del barrio. Según relataron los vecinos y confirmaron fuentes cercanas al caso, llegó a recorrer 22 plantas del bloque -trepando hacia arriba y hacia abajo por la celosía de la fachada- hasta que fue arrestado.

Todo comenzó a las cuatro de la tarde del miércoles, cuando unos vecinos avisaron a la policía al verlo escalando hasta la azotea, desde donde pretendía acceder a la vivienda de su madre, que en estos momentos está deshabitada. Según las fuentes, llevaba varios días intentándolo, porque no tenía llaves. Su familia se las había quitado por problemas derivados de su drogadicción, apuntó un pariente.

El miércoles, el hombre logró acceder al piso, pero, cuando supo que las patrullas venían de camino, decidió huir por donde había entrado. Descendió por la fachada desde la decimotercera a la primera planta, lo que equivale a unos 30 metros de altura. Pero, cuando estaba a punto de llegar al suelo, llegó la policía. Media vuelta y otra vez a trepar.

Huida

Empezó a escalar de nuevo por el frontal del bloque. Según los testimonios recabados por este periódico, alcanzó la octava planta, pero los agentes le habían ganado terreno por las escaleras y ya le estaban esperando para detenerlo, según los testimonios recabados por SUR.

Al verse asediado por los policías, descendió ahora a la quinta planta, donde encontró un balcón accesible. Era el de Enriqueta Santiago (43 años). «Estaba tendida en el sofá, viendo la telenovela, cuando vi una sombra. ¿Un hombre estaba entrando en mi terraza!», relata la vecina.

El fugitivo abrió la puerta corredera del balcón y entró en el piso. «¿Pero tú qué haces aquí!», exclamó la mujer al reconocerlo. Según Enriqueta, el hombre le contestó que no le iba a hacer nada, que venía huyendo de la policía. «Me hacía gestos con la mano para que me callara», añade ella. «Entonces -prosigue la afectada- escuché a los agentes dando golpes en la puerta y gritando que les abriera».

Echaron la puerta abajo

El intruso le susurró que, si guardaba silencio, la policía se marcharía, y le pidió las llaves de su casa para echar la cerradura. Él estaba junto a la puerta, lo que impedía salir a Enriqueta. Entre tanto, los agentes insistían en que les abrieran. «Cuando me escucharon decir que no podía, porque no me dejaba abrir, la tumbaron de una patada», añade.

La puerta cayó sobre el cristal del taquillón, que se rompió. Él aprovechó ese instante para correr hacia el balcón. «Entraron tres policías en mi casa gritando 'que no se escape, que no se escape'. Aquello parecía Hollywood», recuerda la vecina.

Consiguió llegar a la terraza y saltar por la barandilla, intentando bajar a la cuarta planta, de nuevo, por la fachada. Pero ya estaba exhausto por el esfuerzo. «Sube, sube», le gritaba el funcionario. «No puedo», respondió él, «estoy agotado», explican las fuentes. El agente lo esposó a un barrote de la barranda ante el peligro de que cayera al vacío. En la calle, se agolpaban decenas de vecinos observando la escena. Enriqueta pensó: «A que me rompen también la barandilla y se mata un hombre en mi casa... ».

La policía había efectuado un fuerte despliegue, integrado por funcionarios de la comisaría del distrito Norte y de la Brigada de Seguridad Ciudadana. Se avisó incluso a los bomberos para rescatarlo, aunque al final no fue necesaria su intervención. Varios agentes lo cogieron por las piernas desde la cuarta planta y lo evacuaron.

Según las fuentes consultadas, fue detenido por los presuntos delitos de allanamiento de morada y detención ilegal, al considerar que supuestamente retuvo a la mujer en su casa. Los policías lo trasladaron a comisaría sano y salvo. Aunque un pelín cansado.

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