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IGNACIO LILLO
Martes, 9 de octubre 2007, 13:17
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Viernes. Mediodía. En el Instituto de Educación Secundaria Torre del Prado, en Campanillas, todos piensan ya en la llegada del fin de semana. Pero en un instante todo cambia. Un hombre de unos 25 años, que dice ser hermano de un estudiante, se ha colado en el centro. Casi sin mediar palabra la emprende a golpes con su director y se marcha.
El suceso ha conmocionado a la comunidad educativa de la provincia. Máxime si se tiene en cuenta que la víctima, Antonio Escámez, de 43 años, está considerado un referente de la educación en valores y para la convivencia a nivel andaluz, según expusieron desde la Delegación de Educación y desde el propio colectivo de docentes.
SUR contactó ayer con el profesor, quien relató que la historia se remonta al martes de la semana pasada, cuando un alumno de 4º de ESO (15 años) fue expulsado por un plazo de 29 días por agredir a otro con un palo. «Iba a la cabeza, pero finalmente le dio en un brazo», relató. El viernes se presentó un adulto, que se identificó como hermano del joven amonestado. «Me dijo que o se arreglaba aquí y ahora (por entonces), o que de ahí no me movía», relató Escámez. Fue toda la conversación. Acto seguido comenzó a propinarle puñetazos, que le han ocasionado diversas lesiones.
El docente está de baja médica y muy afectado por lo sucedido. «Estoy mal de los palos por fuera, pero sobre todo de los palos por dentro, de los morales», afirmó. En 20 años de experiencia en la enseñanza no era la primera vez que se enfrentaba a situaciones tensas en las aulas, pero nunca como ahora. Escámez calificó lo ocurrido el viernes como «violencia descontrolada» y agregó: «Nadie esta preparado para esto».
Las reacciones no se han hecho esperar, y desde el centro se ha preparado una carta para informar a los padres de los alumnos y pedirles que se unan en la condena de esta agresión.
La víctima ya ha denunciado los hechos. El delegado de Educación, José Nieto, explicó que se ha puesto a su disposición asistencia jurídica gratuita, y pidió a jueces y fiscales que sancionen estas conductas «de manera ejemplar». «Esperamos que el peso de la ley caiga sobre el culpable». Nieto también tuvo palabras de condena hacia el agresor y de ánimo para el director y el equipo del instituto, y agradeció la labor personal de este director en el fomento de la cultura de paz, los valores humanos y la no violencia. «Antonio Escámez está volcado con su centro y es un referente educativo», afirmó Nieto.
Según informó hoy la directora del centro, Carmen Galiano, el juicio por la agresión se ha fijado para el jueves de esta semana.
El Instituto Torre del Prado lleva a cabo numerosas iniciativas para inculcar en los alumnos los valores de convivencia y de respeto a los derechos humanos. Pero su director es sobre todo conocido por su pertenencia a la banda Campanillas Blues Band, una experiencia pionera a nivel nacional de educación a través de la música rock. Creado hace cuatro años por un grupo de profesores de la zona, actúa en los centros de forma altruista, con canciones originales en las que se tratan cuestiones como el respeto, la no violencia, la igualdad y el fomento de la cultura.
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