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TEJADOS COTIZADOS. Los operadores de telefonía móvil no encuentran cubiertas de edificios disponibles para ubicar las antenas. / ANTONIO SALAS
La carencia de antenas y la saturación de móviles dejan sin cobertura varias zonas de Málaga
MÁLAGA

La carencia de antenas y la saturación de móviles dejan sin cobertura varias zonas de Málaga

Vecinos del Centro y de los distritos en expansión tienen dificultades para hablar en sus casas. Los operadores critican las trabas para instalar nuevos repetidores en las cubiertas de los edificios

IGNACIO LILLO

Domingo, 7 de octubre 2007, 17:01

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Un breve paseo por numerosas calles del Centro permite observar un curioso fenómeno. En los balcones, en las terrazas y en las ventanas de los edificios no es extraño encontrarse con algún vecino o profesional con oficina en la zona... hablando por el móvil. Cuando se le pregunta a alguno de los afectados, la respuesta es siempre la misma: «Es que dentro de la casa no hay cobertura».

La zona norte del distrito, especialmente la plaza de la Merced, la calle Victoria y el entorno de Fuente Olletas sufre este fenómeno desde principios del verano. «Creíamos que era por la llegada de turistas, porque todos los verano pasa. Pero ya estamos en otoño y la situación sigue igual», cuenta un residente. Para no perder las llamadas deben tener los terminales cerca de las ventanas, y en muchas ocasiones, para hablar deben salir físicamente de la habitación. «Menos mal que casi siempre hace buen tiempo», apostilla, irónico.

No es el único. Un rápido sondeo entre los residentes de otros barrios permite identificar problemas similares en urbanizaciones de las áreas de expansión de la capital, como Teatinos, Puerto de la Torre y Campanillas. Y en otras, ya consolidadas, como El Palo, El Candado y los polígonos industriales.

Dificultades

Las carencias no son casi apreciables a pie de calle, y ello tiene una explicación técnica. José Miguel Ruiz Padilla, decano del Colegio de Ingenieros de Telecomunicación de Andalucía Oriental, con sede en Málaga, explica que las microondas emitidas tienen una alta frecuencia, para contener más información (datos, imágenes, etc), pero esta característica también hace que les afecten más los obstáculos. Los más importantes son el agua y el metal, y éste último está presente en todas las edificaciones. Es la razón por la que en el exterior se puede hablar y en el interior, no.

«Era previsible, y cada vez será más difícil tener cobertura». Así de contundente se muestra el portavoz de la patronal Redtel, que agrupa a los operadores -Movistar, Vodafone, Orange y Yoigo- y para quien este hecho es sólo la avanzadilla de lo que se avecina. Según estas fuentes, el problema es la grave falta de antenas. En toda la ciudad existen unas 350, según el censo de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, una cifra que se considera, a todas luces, insuficiente.

«Desde hace cuatro años no se conceden licencias, existe una ordenanza para el despliegue que es obsoleta, porque ahora las estaciones son mucho mejores, pero la norma no es flexible», agregan los operadores, que reconocen los problemas que se están produciendo en varios puntos de la capital.

Según sus cálculos, serían necesarios al menos 200 nuevos repetidores para hacer frente a la demanda creciente de servicios avanzados a través del móvil, como Internet o la posibilidad de descargar vídeos y de ver la televisión, que requieren la existencia de un mayor número de dispositivos para su correcto funcionamiento.

Otro factor clave es la saturación de usuarios. Los operadores aseguran que Málaga es una de las cinco ciudades de España en la que más ha aumentado el tráfico de llamadas en los dos últimos años. Y a mayor cantidad de clientes en una misma zona, con las mismas infraestructuras, peor es el servicio. Este fenómeno explica las caídas puntuales que se producen en la Costa en verano.

Preguntados por esta cuestión, fuentes del Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga explicaron que existe una ordenanza municipal en vigor que regula desde el punto de vista urbanístico la instalación de las mismas y de los equipos de radiocomunicación en general. En ella, se establece que, previamente a la concesión de cualquier licencia de instalación, es necesaria la aprobación de un Plan de Implantación para cada una de las operadoras de telefonía. «Estos planes ya están aprobados, pero es necesaria una licencia para cada uno de los puntos solicitados. Ahora estamos en el momento procedimental de la concesión individualizada de cada una de las antenas solicitadas», expusieron.

A ello se suma la oposición de las comunidades de propietarios. Ya sea por desconocimiento o por miedo a las radiaciones, no dan autorización -o no la renuevan- para que sus azoteas se ocupen con repetidores, a pesar de las compensaciones que ofrecen las operadoras (en torno a 6.000 euros anuales por antena).

Malas experiencias

Las malas experiencias con algunas subcontratas encargadas de la instalación (con la aparición de grietas por el peso y ruidos en las casas) y las desavenencias con los contratos no ha ayudado precisamente a mejorar la predisposición de los potenciales arrendadores. La judicialización de las disputas entre vecinos, ayuntamientos y empresas también ha contribuido a retrasar muchos de los permisos.

El caso más reciente -y sonado- es el de la comunidad de propietarios del edificio Arcadia, en la céntrica calle Ingeniero de la Torre Acosta, donde residen 500 vecinos, que ha obligado a Vodafone a desmantelar por mandato judicial la estación base instalada en la azotea desde hace ya casi nueve años.

A este respecto, el sector lanzó un mensaje de tranquilidad, pues, a su juicio, estas instalaciones no suponen ningún riesgo para la salud. Al tiempo, reclamó un diálogo con vecinos y Ayuntamiento para que se produzca un crecimiento ordenado en la ciudad. «Todo el mundo quiere cobertura de móvil pero nadie quiere antenas, y eso es imposible».

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