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Ciclismo

Sánchez gana en Granada y Menchov continúa intratable

Sastre impuso un ritmo fuerte y tentó en dos ocasiones al líder de la general que respondió a todos sus ataques

BENITO URRABURU.

Lunes, 17 de septiembre 2007, 03:47

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Dicen que todo es posible en Granada. Puede ser verdad, pero lo que no parece que nadie sea capaz en esta Vuelta a España es inquietar a Denis Menchov. En las calles de Granada se presentaban Samuel Sánchez y Manuel Beltrán. Era un duelo desigual, que cayó del lado del corredor asturiano de Euskaltel, bastante más rápido que el jienense. Los últimos nueve kilómetros de la etapa fueron una contrarreloj por dúos, con Samuel y Beltrán por delante, mientras que Carlos Barredo, circulaba por detrás, con Igor Antón a su rueda. Eran los restos de la batalla que se presumía en Monachil, en la subida, que quedó reducida a la nada.

Si descartamos a Carlos Sastre, que atacó dos veces y puso un ritmo fuerte en otros momentos, la falta de escaladores que se ha visto en la carrera es alarmante. Monachil es el último ejemplo. El anterior fue Arcalis (Andorra), e incluso Cerler. A Sastre no se le puede pedir más. Da lo que tiene, busca su oportunidad.

Menchov se dedica a desfilar por delante de sus rivales para verles las caras, las piernas y conocer si alguno le puede hacer daño. La revista dura segundos, pocos, los suficientes para volver a cerciorarse de que nadie le hace, ni le hará sombra. El ciclismo actual se mueve por ataques medidos. Las diferencias se hacen cuando se falla.

Con 20 kilómetros desde el alto de Monachil hasta la meta, Evans, Efimkin, Mosquera y el resto de hombres que cedieron unos metros no iban a tener problemas para cazar. Cunego, lejos también del corredor que hace unos años ganó el Giro de Italia, no había podido seguir a Beltrán.

Euskaltel, a bloque

Surgiría Samuel Sánchez, que se dejaría ir en los últimos metros de la ascensión. «No he querido vaciarme. He guardado un puntito de fuerzas. Soy más corpulento que Cunego, que estaba muerto después de meterse en la fuga. Es una bajada de dar muchos pedales y coronando con fuerza se puede hacer daño», explicaba.

Remataba un gran trabajo del equipo Euskaltel, que movió a todos los corredores que tenía durante la etapa para anular una escapada que podía resultar peligrosa para sus intereses. Buscaban dejar en las mejores condiciones a Samuel «con un minuto y medio perdido al inicio de Monachil era suficiente» decía el ganador. Lo consiguieron.

Ellos y Rabobank asumieron durante muchos kilómetros una labor de desgaste que parecía no terminarse nunca. Una vez cruzada la línea de meta, Samuel y Beltrán se abrazaron. «Hablamos de ir a tope, de hacer una diferencia y luego jugarnos la etapa, que ganase el mejor», contaba Samuel.

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