El puerto más duro pasa por los laboratorios antidopaje

Hay una montaña invisible: el dopaje. «El ciclismo servirá de laboratorio de ideas para la batalla del deporte contra el dopaje». Así anunció el presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), Dick Pound, la conferencia que el Ministerio francés de Salud quiere convocar en octubre. Están invitados todos: la AMA, la Unión Ciclista Internacional (UCI), los organizadores de las vueltas, los equipos, los corredores... El ciclismo como conejillo de indias.

Todos quieren controlar. Más análisis. Más jeringas. Pero nadie cede el poder. La AMA se ha apartado del próximo Mundial de Ciclismo de Sttutgart. No le gusta cómo vigila la UCI. No se fía. Quiere más: imponer un pasaporte sanguíneo a cada ciclista y cambiar la reglamentación de los médicos de equipo. El Tour se alinea con la AMA. Incluso se presta para inaugurar el nuevo modelo de control en 2008. Todos están citados en octubre por el Gobierno galo.

Será un otoño caliente. El 30 de septiembre se celebrará el Mundial de ruta. Dos días antes, el congreso anual de la UCI tendrá que establecer los cambios en el UCI Pro Tour. El Tour, y con él el Giro y la Vuelta, apuesta por otro modelo. Por romper el sistema. Por la guerra total con la UCI. La 'Grande Boucle' está convencida de que la UCI utiliza los controles antidopaje como arma. Como amenaza. Recuerda los casos de Sinkewitz (dio positivo en junio y se supo en pleno Tour) y Rasmussen, a quien la UCI dio permiso para correr la ronda gala pese a haber esquivado dos controles. Octubre será el mes. Justo antes de la presentación del Tour 2008 y de que se conozca si será sólo para selecciones nacionales. Luego, en noviembre, llegará la Conferencia Mundial Antidopaje de Madrid.

A la espera de ese otoño de hojas caídas, la Vuelta destinará este año 180.000 euros a los controles. En las jornadas previas se han realizado al menos 80 análisis por sorpresa. Las muestras irán a los laboratorios de Lausana y Madrid. Ese puerto no figura en el trazado, pero también hay que pasarlo para ganar la Vuelta. Los últimos vencedores no lo lograron: ni Vinokourov, ni Roberto Heras, ni Aitor González.