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ÍDOLOS. Calderón y Pau Gasol, a su llegada ayer al aeropuerto de Valencia procedentes de Orense.
Dominio absoluto
BALONCESTO. EUROBASKET 07

Dominio absoluto

La España de Pepu Hernández sigue invicta tras sumar su vigésima segunda victoria consecutiva y conseguir unos registros apabullantes

TEXTO: JAVIER L. RUIZ

Lunes, 20 de agosto 2007, 19:53

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LA pregunta es clara. ¿Quién para a España? La respuesta sí se antoja un tanto más compleja, porque la selección nacional de baloncesto va camino de marcar una auténtica época. Desde la llegada de Pepu Hernández al banquillo, el combinado se ha revestido de un talante de inexpugnabilidad a prueba de cualquier rival. Veintidós partidos después del debut del técnico madrileño al frente de la mejor generación de jugadores surgida jamás en España, el equipo mantiene unas constantes excelentes, sin derrotas en su casillero y con unos números dignos de elogio y de envidia. Cifras que le convierten en candidato indiscutible para trasladar su oro mundial al exigente panorama europeo.

Para encontrar el último partido perdido por España es necesario realizar un cierto esfuerzo. Eurobasket de Belgrado. Partido por la medalla de bronce. Francia como rival. 98-68. ¿Recuerdan? Aquel último encuentro con Mario Pesquera en el banquillo y sin Pau Gasol en la cancha marcó el cambio en la tendencia. La llegada de Pepu, la vuelta de la gran estrella NBA, la consecución de ambiente menos tenso, más laxo, y la química existente en un grupo sólido bastaron para abrir un ciclo triunfal para el que resulta muy complicado encontrar un final.

Si tras el atracón de éxito del pasado Mundial cabía alguna duda, los cuatro partidos preparatorios del Eurobasket disputados hasta el momento disipan las dudas. España sigue como estaba. Inalcanzable, demoledora, apabullante. Incluso para selecciones que aspiran a cuestionar lo que apunta a ser su ciclo hegemónico. Como Lituania, su último rival hasta la fecha. La selección báltica de Jasikevicius, Siskauskas, Javtokas o los hermanos Lavrinovic quedó como puro papel mojado frente a la campeona del mundo y anfitriona de la próxima cita continental.

Apabullante

Los 20 y 23 puntos de ventaja, respectivamente, logrados por España en los últimos partidos resumen a la perfección la trayectoria que ha marcado la era Pepu desde que debutó al frente del equipo el 26 de julio del pasado año frente a China. Veintidós partidos y no sólo veintidós victorias. También casi veintidós palizas. Porque con independencia de la oficialidad o no de sus encuentros, la selección ha estado muy por encima de sus contrincantes. Promedia 22,3 puntos de ventaja en sus encuentros con muy poca diferencia entre amistosos y choques de competición -22,5 y 22 puntos, respectivamente-. Sólo en uno de ellos sus rentas descendieron de los diez puntos: frente a la campeona olímpica, Argentina, en la semifinal del pasado Mundobasket (75-74).

Argentina, Serbia y Lituania, en tres ocasiones; China y Angola, en dos, y Polonia, Eslovenia, Nueva Zelanda, Panamá, Venezuela, Portugal, Alemania, Japón y Grecia, en una, han sido las víctimas propiciatorias de una España que presenta como gran arma, junto a la calidad de sus hombres, la perfecta definición de su bloque. Pepu Hernández lo tiene claro. Desde que ofreció su primera convocatoria, sólo la lesión de Fran Vázquez el pasado verano permitió el cambio, a la espera de saber si la situación de Garbajosa obliga a realizar una nueva permuta de jugadores. Con sólo 13 nombres en su lista y una nómina de invitados igualmente escasa -Hernández-Sonseca, Trias, Claver y Mario Fernández-, el técnico demuestra una firme confianza en sus hombres al tiempo que convierte la convocatoria por la selección en un auténtico acontecimiento para los aspirantes.

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